(Por Lucas Giménez Vallejo) - En el siglo XVIII, el boxeo se transformó en uno de los deportes más practicados en el Reino Unido y sus colonias. De a poco, el boxing, como lo llamaban los ingleses desde 1711, comenzó a incursionar en el continente americano.
En la famosa riña de puños, popularmente denominada entre los fanáticos de la disciplina en aquel entonces, se peleaba a muerte, literalmente. Sin guantes, ni protectores como en la actualidad, los boxeadores luchaban hasta que sus rivales queden totalmente desfigurados y, por qué no, tirados en el piso sin poder levantarse.
Grandes lesiones tenían los púgiles, que se medían sin límite de tiempo, por lo que la campana no sonaba, y el combate terminaba con uno de los dos competidores sin poder de reacción.
En esa época no habían cetros en juego. Los boxeadores no se dividían por categorías y no se organizaban peleas por distintos consejos, asociaciones ni federaciones. Todos contra todos, es un lema que se podía adecuar en ese momento. Si había una especie de título, en Londres se autodenominaban Masters of Defense. En 1719 el maestro era James Figg, que se midió con 270 personas en 15 años. El británico que inauguró su propio ring en un anfiteatro construido por él, ganó todas sus peleas menos una. Luego, falleció dejando a Jack Broughton como su sucesor.
Figg se transformó en el Padre del Boxeo por ser el primer entrenador, promotor y manager del deporte, siendo uno de los impulsores. Además, es considerado el primer campeón ingles del boxeo sin guantes.
Todavía no existía el impactante Madison Square Garden, ni el mítico Luna Park, ni siquiera los clubes en los que los boxeadores empiezan a aprender golpes y distintas maneras de pararse en el cuadrilátero. ¿Rings? Tampoco, no habían estructuras con cuerdas para albergar la lucha.
La gente, que en el presente se ubica en las gradas, hacía de ring, conformando un círculo alrededor de los boxeadores. Usualmente eran los boxeadores, ya que no se discriminaba a las mujeres en el ambiente, ellas también peleaban, al igual que, los animales.
Los combates eran por apuestas pero era ilegal. Aunque, el apoyo del público y de los boxeadores que influían, hicieron que el dinero siga siendo moneda corriente y un por qué para pelear. En 1838, la Asociación Británica para la protección de los Púgiles introdujo las Reglas del London Prize Ring basadas en Broughton. En este período el boxeo comenzó a practicarse en Estados Unidos.
La más importante fue la implementación de un estándar para la construcción de rings, pero el deporte siguió siendo a manos limpias, y sin diferencia de pesos. Más tarde, a mediados del siglo XIX, hubo cambios significativos. La pelea entre Sullivan y Kilrain del 8 de julio de 1889 quedó en la historia del boxeo por ser la última sin guantes. Los puños descubiertos no existieron más en el deporte, Sullivan se proclamó el último campeón de una época y el primero de la actual.
Foto: Wikipeda.
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