(Por Lucas Giménez Vallejo) - El 22 de mayo se cumple el aniversario número 40 de la muerte de uno de los boxeadores argentinos más importantes de la historia, el gran Oscar Bonavena. Ringo, como lo reconocían y reconocen todos, ídolo de los amantes del deporte y uno de los primeros del ambiente en exponerse mediáticamente, fue asesinado a los 33 años en un hecho envuelto de interrogantes.
La leyenda del box nació el 25 de septiembre de 1942 en el barro porteño de Boedo, donde creció en un entorno de pobreza. Cuando la familia se trasladó a Parque Patricios se transformó en hincha fanático de Huracán, club con el que se lo identifica hasta el momento por ser simpatizante y haber empezado a practicar el deporte. El estadio Tomás Adolfo Ducó, reducto quemero, tiene una tribuna con su nombre.
Titi, apodo que recibió de chico, se inició en el boxeo en el gimnasio de Avenida Caseros a los 15 años, donde practicaba con los hermanos Juan y Bautista Rago. Luego, fue denominado Ringo, ya que coincidió con Los Beatles en Nueva York, cuando ellos filmaban en el Rockefeller Center, y en las calles del estado norteamericano una fanática de la banda de rock inglesa lo confundió con Ringo Starr.
Bonavena le dio el puntapié inicial a su carrera profesional en Estados Unidos. Carrera en la que triunfó en 58 peleas, de las cuales 38 fueron por nocaut, empató una -con Gregorio Peralta- y perdió nueve, todas ante campeones o ex campeones mundiales del peso pesado. Combatió frente a grandes púgiles como Jimmy Ellis, Floyd Patterson, George Chuvalo, al que venció, Joe Frazier, a quien derribó pero no pudo ganarle en dos oportunidades, y al legendario Muhammad Alí en el mítico Madison Square Garden, donde fue derrotado pese a tirarlo a la lona.
Bonavena le dio el puntapié inicial a su carrera profesional en Estados Unidos. Carrera en la que triunfó en 58 peleas, de las cuales 38 fueron por nocaut, empató una -con Gregorio Peralta- y perdió nueve, todas ante campeones o ex campeones mundiales del peso pesado. Combatió frente a grandes púgiles como Jimmy Ellis, Floyd Patterson, George Chuvalo, al que venció, Joe Frazier, a quien derribó pero no pudo ganarle en dos oportunidades, y al legendario Muhammad Alí en el mítico Madison Square Garden, donde fue derrotado pese a tirarlo a la lona.
Después de caer con Muhammad Alí, Ringo siguió entrenándose, le ganó en el Luna Park a Alvin Lewis y retornó a Estados Unidos, país en el que tuvo otros combates. Ganó varios, perdió otros. También viajó a pelear a Roma.
Su última vez en el ring, en febrero de 1976, fue en Reno, Nevada, ciudad en la que derrotó a Billy Joiner y se vinculó con un matrimonio mafioso compuesto por Joe y Sally Conforte, dueños del lujoso burdel Mustang Ranch, el primero obtuvo el contrato de Bonavena que le vendió el promotor puertorriqueño José Montano.
Su última vez en el ring, en febrero de 1976, fue en Reno, Nevada, ciudad en la que derrotó a Billy Joiner y se vinculó con un matrimonio mafioso compuesto por Joe y Sally Conforte, dueños del lujoso burdel Mustang Ranch, el primero obtuvo el contrato de Bonavena que le vendió el promotor puertorriqueño José Montano.
En la noche del 22 de mayo de 1976, el nacido en Buenos Aires se acercó al burdel. Cuando llegaba, Williard Ross Brymer, guardaespalda de Joe Conforte, lo asesinó de un disparo en el corazón. Nunca se supo el por qué de su muerte, ni cual era la relación con los Conforte. Algunas conclusiones fueron que el boxeador quiso seducir a Sally.
Oscar Bonavena falleció joven, tenía apenas 33 años. El cuerpo fue traído a Argentina para ser velado en el Luna Park, donde ciento cincuenta mil personas llenas de lágrimas lo acompañaron hasta el cementerio. Ringo será siempre recordado, el boxeo no lo olvidará.
Foto: BoxRec.
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